El Ministerio del Interior es quién se encarga de marcar los parámetros que se deben seguir a la hora de instaurar las medidas de seguridad adecuadas en una gasolinera. Desde nuestra estación de servicio en Molina de Segura hoy queremos hablar de las más importantes.
Caja fuerte en una estación de servicio
Una estación de servicio, así como cualquier espacio de suministro de combustible y carburante tiene que disponer de una caja fuerte. Su material debe tener un grado de seguridad del 4 y tiene que contar como mínimo, con un protector sísmico, un mecanismo de apertura retardada de al menos diez minutos y un sistema de bloqueo. Dicho sistema debe estar operativo desde el momento que se cierra la estación hasta que empieza el día hábil siguiente. Si el peso de la caja es inferior a los 2.000 kilos, deberá estar anclada.
Un empleado de confianza o el propio encargado deben tener una de las llaves de la caja. Otra tendrá que ser custodiada por el propietario o por la persona que se ocupe de recoger el efectivo. En ningún caso, la posesión de las dos llaves debe recaer en una misma persona, ni tampoco en empleados que trabajen en el mismo turno.
Para posibilitar las devoluciones y los cambios necesarios, ningún dependiente podrá disponer de cantidades en efectivo superiores a 600 euros. Si la gasolinera tiene habilitado un autoservicio, la caja no debe poder contar cantidades que sean superiores a los 1200 euros en efectivo. El dinero que supere cualquiera de estas cantidades tendrá que meterse en la caja fuerte.